Libertad es siempre la libertad del que piensa distinto.


Rosa Luxemburgo

miércoles, 6 de agosto de 2008

Aprender la vida cotidiana con los libros de texto

Repasando viejos papeles me he topado con un disco traído de Polonia en uno de nuestros viajes. No recuerdo porque lo guardé, tal vez con la esperanza de serme útil un día. Lo miro y no me lo creo. El título: ¿Donde está la naricita? El aprendizaje de las partes del cuerpo. La colección: Aprende con papá y mamá. Primera parte. (traducido del inglés. 40 minutos)

Hay que decir que allí es muy frecuente comprar una revista de padres con dos discos de regalo: una peli para los papás y otra para los niños. Así llegó a mis manos esta joya. En aquel entonces yo no tenía aún conocimiento de la existencia del aprendizaje natural ni unschooling pero por lógica no se me habría ocurrido sentar a un bebé delante de la pantalla del ordenador para... enseñarle donde está la nariz. Y sin embargo guardé el disco...

"Donde está la naricita" es la primera parte de una serie educativa para niños. Este capítulo está dedicado al aprendizaje de las partes del cuerpo humano. Gracias a esta película Tu hijo no solo va a saber mostrar donde tiene la nariz (sic.), sino además se enterará para que puede serle útil.
Unas amigables voces infantiles, y el alegre fondo musical ayudarán al pequeño mantener la concentración por más tiempo para aprender mejor. Ya sabes, nunca es demasiado pronto para entrenar la concentración y ampliar el conocimiento. Esas son las bases de un buen desarrollo.
Estoy viendolo y lo que hay dentro es todavía más ridículo que lo que han escrito en la portada.
¿Porque lo habré guardado? Ya sé. El segundo idioma. Saber la lengua materna es lo normal pero cuando se tiene dos o tres la cosa se complica. ¿Es así?
No, va a ser que no. En aquella visita con tres años cumplidos aquel ser se iba haciendo con el idioma a la velocidad de un rayo. Solo con la simple presencia del mismo. Escuchandolo en su contexto día a día, jugando con los primos, intentando entenderse con la abuela. Sabe todas las partes del cuerpo en ambas lenguas, no sé muy bien ni como lo había aprendido como pasa con tantas otras cosas cotidianas. Sin libros, sin programas informáticos, sin juegos educativos, sin fichas. La naricita está allí desde siempre, cualquier niño lo sabe: "Voy a limpiarte la nariz""te has dado en la nariz", "tienes la nariz manchada de polen""acerca la nariz y huele". ¿Van a necesitar este juego?

Leo en el blog de Paloma su reflexión sobre el aprendizaje de hora y me acuerdo de una web muy interesante donde he leído el testimonio de una madre sobre este tema precisamente: Aprender la vida cotidiana en los libros de texto.

Mi hijo pequeño asiste a 3º de primaria en un colegio público. Ahora mismo aprende las horas. En clase y en casa se dedica a dibujar relojes analógicos y digitales para aprender la hora. No recuerdo haber dedicado tiempo alguno en mi escuela a aprender así la hora. Se esperaba que poco a poco, aprendiésemos la hora mirando el reloj. Supongo que también por la sencilla razón de que un niño pequeño no necesita saber la hora que es. Mi hijo también ha redondeado con un trazo de lápiz la gallina y los huevos, en magníficas hojas ilustradas en el libro de texto, o leche que viene de las vacas o que la cuchara es para la sopa o el gorro para la cabeza. Me pregunto si con la ampliación de años y años de escolarización los niños tendrán miles y miles de libros de costosos libros de texto en los que tendrán que aprenden absurdamente cosas cotidianas en lugar de experimentarlas. A nadie se le ocurriría, supongo, enseñar a comprar un ticket de autobús rellenando impresos. Uno va con el dinero y compra su billete y se sube al autobús. Es un conocimiento que uno adquiere de la experiencia. Sin embargo, los niños pasan horas y horas en el colegio doblados sobre pupitres aprendiendo de la manera más absurda lo que deberían vivir, la vida cotidiana. Tan sólo un maestro en toda la escolarización de mis dos hijos ha querido prescindir del libro de texto. Y sin embargo, también podría enseñar libros de texto y cuadernos de ejercicios de esos libros, intactos, sin tocar o apenas comenzados. María Isabel, 2 hijos - Madrid – Marzo, 2008

Nos podemos reír un rato, porque hay cosas obvias, pero si nos ponemos a analizarlo es más para ponerse a llorar....
Lo leo y pienso en las veces que intenté filtrarle a mi hijo algún "valioso conocimiento" y en como él me complacía dándome su tiempo de juego para que le leyera algo "útil"y "divertidísimo". Y finalmente ese "¿para que?" que me acabó despertando del todo.

Lo pienso y me vienen a la cabeza decenas, cientos de libros de las bibliotecas infantiles. Sus colores: blanco, negro, rojo, azul, amarillo y verde. Sus contenidos: arriba, abajo, lejos, cerca, delante, detrás. Malo, bueno, feo, guapo, alegre, triste.... blanco, negro, negro blanco, todo simplificando, reducido, masticado. Los números, los colores, las horas, las letras "A de arbolito, el de Navidad, b de balón para jugar, c de casa, d de dedo, e de escuela donde educar...". En verso, en prosa, con rima forzada hacerles recitar de uno a diez, como si de ellos dependiera realmente algo en sus vidas.
Tengo la sensación de que es así con todo. Lo que es para niños es... necesariamente simplón. La música es como si se estuvieran quedando sordos y sólo pudieran reconocer cinco notas básicas y un ritmo facilón, los dibujos son como si se estuvieran quedando ciegos y solo pudieran reconocer los contornos y cuatro colores básicos, y sin hablar ya de las emociones que se reducen y se menosprecian, se "canalizan" y se "domestican". No hay dudas, solo respuestas correctas a memorizar. No hace falta observar el mundo que tienen alrededor, hasta las cosas más simples y cotidianas queremos regalarles envueltas en el "papel de aprendizaje oficial". ¿Cuantos libros no se han escrito sobre el uso del orinal y el como afrontar el nacimiento de un hermano?
Y a pesar de ello los niños siguen siendo tan complejos y tan capaces como si no estuviéramos entorpeciendo su aprendizaje con cosas inútiles y bienintencionadas. ¡Que sabios son!

13 comentarios:

paloma dijo...

Es cómo si al sacar a un bebé de paseo le vendásemos los ojos ya que la realidad es demasiado compleja para él. Tantos colores, olores, impresiones sensoriales de todo tipo...¿No sería mejor ir poco a poco? Un día le dejo ver un poco de cielo, mañana unas nubes, pasado mañana el sol, al día siguiente los pájaros...Y cuándo consideramos que ya está listo se le muestra todo. Aunque también se me ocurre que tal vez se lo podríamos enseñar primero en el ordenador o en fichas, para que no fuese demasiado impresionante, ja,ja...
Estamos locos, es todo tan surrealista. Un beso.

Airenita dijo...

Como me he reido Paloma imaginandome un bebé con el campo visual limitado. Y luego del paseo explicación científica de todos los objetos vistos ordenado alfabéticamente para no confundir al pequeño. Espero que los modernos psicólogos no vayan tomando nota, jajaja.

Lo peor es que eso existe. Enseñar en fichas o con el ordenador quiero decir. Incluso existen super ordenadores coloridos especiales para que los niños aprendan cuatro chorradas inútiles en inglés. Hasta saben aplaudir y todo.

Anónimo dijo...

Lo de las fichas se usa mucho... No se llama estimulacón temprana? Una de las guarderías más 'in' de Barcelona usa este tipo de fichas. Con bebés de menos de 3 años. Consiste en pasar fichas muy coloridas repitiendo en voz alta lo que hay en ella. Se usa para 'aprender' inglés, y supongo que un poco de todo, sombrero, casa, perro, cocina,etc. No sé que pasará con la mente de los niños si tan pequeños se les satura ya con este tipo de información, cómo si fueran pequeños ordenadores, ha... claro son como un libro en blanco!
Porque nos empeñaremos en hacer tales cosas, no pasa esto naturalmente, como bien lo dices airenitas, en la vida cotidiana?? "Mira el perro", "hoy comemos en la cocina", "mira que sombrero!", etc
En fin...

Anónimo dijo...

a ver, mi hijo tiene un cacharro de esos en castellano y en inglés y le gusta mucho.
al principio yo cometí el error que siguiera las consignas, y fue mal, obvio, luego lo empezó a coger el solito otra vez y a divertirse de verdad y aprende, solo.
y ahora fede también está jugando con el, va tocando todo y repitiendo...creo que si lo hacen solitos por diversión no tiene nada de malo, obvio que lo ideal sería que los mandara a USA con mi hermana, pero de momento como que no...

las fichas a mi sobrina le encantan y mi cuñada nunca la presiono ni nada, de verdad!

yo al principio perdí muchas horas de juego con Ricardo empeñada en enseñarle los tamaños y los colores y que repitiera...que tonta y ahora fede los sabe perfectamente, antes que ricardo y lo aprendió solo, de la vida...

besos

Airenita dijo...

Muy al tono de lo que hablamos este pps con ideas de Quino:
http://airenita.googlepages.com/Quino.ValoresSigloXXI.pps

besos

Airenita dijo...

Marcela, cada uno que haga lo que quiera, no es cuestión de juzgar a nadie. Si a ti te gusta que tus hijos aprendan así, si tu crees que aprenden inglés, o lo que sea tu sientete libre y no "juzgada" con estos comentarios. Es solo una reflexión personal. A mí me sigue pareciendo una cosa tan artificial y sin relación con el aprendizaje real, que si pudiera volver al principio no se lo hubiera ofrecido a mi hijo. Por suerte el siempre fue más sabio que yo en eso y no se dejó manejar demasiado.
También tengo amigas que usaron la estimulación temprana desde la fecundación y unas están contentas, otras no, cada uno sabrá...
Para mí, y es solo una opinión, más que "estimulación" es "atrofiación" temprana.
¿Aprender palabritas dichas por máquinas tiene algo que ver con aprender inglés?
¿es tan importante para vosotros que aprendan inglés con 2 o 4 años?
Yo aprendí el castellano sola, sin cursos ni exámenes a los 20 años, y me arreglo bastante bien tanto por escrito como oralmente.
Y si no, que te lo digan los que me conocen. No se me cierra la boca ;-)))
Lo mismo me pasó con el francés, no es para tanto. Las palabritas que aprendí de niña no me han servido para nada.

vilmati dijo...

Mi mamá me mandó a inglés desde chiquita. Yo lo odiaba y me sentía muy mal no entendiendo nada. Con los años, tantas palabras en inglés por todos lados, las películas las canciones..no se parece que mágicamente ahora entieno, no voy a decir que mucho pero puedo entender los blogs que me interesan y lo que no lo busco en el diccionario.
Si, es así, antes que nada la experiencia, el amor la contención, el juego,después eso mismo les ayudará a buscar sus propios recursos e intereses.
Me resulta estimulante leer los pensamientos que por aquí compartimos. Uno a veces tiene que reencaminarse, o releerse o por lo menos cuestionarse, no?

paloma dijo...

http://airenita.googlepages.com/Quino.ValoresSigloXXI
Airenita no logro entrar en la página que comentas. Un beso.

Airenita dijo...

De nuevo no sé que pasa con mis archivos. A veces los veo perfectamente, se abre un marco para descargar y hay que elegir el programa para ver pps y se ve bien. pero a veces me sale que no se encuentra el archivo, ¿?

Es un pps que me han mandado y me ha hecho reír. ¿A lo mejor se encuentra en Internet en otra dirección?

Airenita dijo...

Vilmati, gracias por la visita, a mi también me hace bien repasar los temas un tiempito después para ir rectificando, ya ves. Con tus recuerdos me acordé de mis clases de inglés de niña, con unas grabaciones en LP y aun recuerdo el primer poemita que aprendí allí y que me persigue desde entonces, "pussy cat..." Horroroso, no me ha servido para nada, solo me estorba en mi memoria, de tanto repetirlo sale a flote. Y digo yo que si me hubieran exigido al menos algunas frases útiles, como comprar pan, vender un trabajo, indicar el camino a un turista japonés, atender a un necesitado... pero no, ¡pussy cat, pussy cat!!!Suerte que luego la misma vida va ayudando y se aprende de maravilla y rápido lo que necesitamos cuando lo necesitamos realmente.

MartaSada dijo...

Ando a las carreras, y no vengo hoy a reflexionar con esta entrada, que ni me la he podido leer, prometo hacerlo, jeje. Solo he venido, Airenita, a decirte que te he dejado un mimo, jeje

http://decangrejosyermitanos.blogspot.com/2008/08/me-hicieron-un-mimo.html

Un beso.

Anónimo dijo...

A mí me encantaba inglés, me encantaban muchas cosas de la escuela, lamentablemente no la manera en que me la enseñaban, a base de competencia y hacer sentir ridículo el que no lo lograba o lo hacía mal. Tampoco me interesaba estudiar cuando me lo pedían ni pasar gran parte de mi vida encerrada entre paredes de hormigón. Por eso siempre estudiaba lo justo, para aprobar cursos, aunque siempre sacaba buenas notas lo que quería era no hacerme notar, por eso hoy en día me acuerdo bien poco de aquel entonces y todo lo que sé lo aprendí luego, cuando realmente me interesé en saber. Creo que si hubiesen respetado mis intereses, mis ganas de jugar y estar al aire libre, hoy me sería más fácil ser quien soy, saber quien soy y no me habría sido tan difícil saber que quería de la vida y que era lo importante para mí. Creo que hoy en día sabría perfectamente inglés porque tal vez no habría perdido tanto tiempo en la escuela.
un beso

Anónimo dijo...

No se como caí en tu blog pero me resulta interesantisimo! Sobre todo en este momento de mi vida!
Comparto todo lo de la escuela y lo estoy viviendo a diario con mi hijo mayor de casi 9 años, está siendo un suplicio para el.
Sigo leyendote! besos!