Este mensaje me llegó por mail, me pareció demasiado triste como para silenciarlo.
Tal vez alguien necesite esta información antes de decidir sobre la salud de sus hijos, antes de decidir darle una droga. A Olga y otras mamás que confiaron y no pueden volver para atrás.
Tal vez alguien necesite esta información antes de decidir sobre la salud de sus hijos, antes de decidir darle una droga. A Olga y otras mamás que confiaron y no pueden volver para atrás.
EL FRAUDE DE LOS TRASTORNOS DE APRENDIZAJE Y COMPORTAMIENTO
Comisión Ciudadana de Derechos Humanos de España
En la actualidad son muchos los países en que la vida de alguna familia o maestro ha sido alterada de una u otra forma a causa de la administración de drogas a los niños, a quienes se recetan drogas que alteran la mente.
Debido al comportamiento del niño, el psiquiatra o el psicólogo decía a los padres que su hijo padecía un trastorno que afectaba su capacidad para aprender, dislexia, o más conocido como Trastorno de Aprendizaje, también llamado Trastorno de Déficit de Atención, y actualmente más conocido como Trastorno de déficit de atención e Hiperactividad.
Es posible que se mencione un desequilibrio químico en el cerebro, pero ciertamente se les dice a los padres que este es un problema médico reconocido y que es necesario administrar continuamente ciertos medicamentos para los que se requiere prescripción médica.
Algunas de las clasificaciones psiquiátricas más comunes para los niños son : el trastorno del déficit de capacidad de concentración (ADD) o también llamada como "trastorno del déficit de capacidad de concentración por hiperactividad" (ADHD), la disfunción cerebral mínima (MBD), la incapacidad para el aprendizaje (LD), el trastorno de impulsos (ID) o el trastorno en la conducta (CD). A miles de niños en España se les administran potentes drogas que alteran la mente basándose en estos criterios.
Como los padres sólo desean lo mejor para sus hijos y confían en los consejeros, aceptan el tratamiento mediante drogas como la mejor solución disponible.
Aunque algunos padres se conforman con dejar la decisión a los “expertos”, la reciente aparición de información conflictiva y alarmante respecto a la administración de drogas que alteran la mente, a niños en edad escolar, ha hecho que muchos padres de familia exijan respuestas exactas a sus preguntas. De hecho, el problema de la administración de drogas a los niños ha llegado a ser un tema de mucha controversia.
Se necesita valor para presentar denuncias cuando lo único que se escucha por parte de los psiquiatras y psicólogos es que se ha comprobado que el tratamiento con drogas es un método perfectamente seguro para resolver las dificultades educativas del niño, que estas dificultades se han diagnosticado de manera apropiada, que los padres serían irresponsables si no drogaran a sus hijos, que su opinión “médica” se basa en principios científicos irrefutables. De hecho, es posible que los padres se sientan como si estuvieran librando una guerra contra un enemigo abrumador.
Sin embargo, como muchos padres han descubierto después de una pérdida trágica, lo peor que pueden hacer es ignorar sus instintos en esta situación y ceder ante la propaganda psiquiátrica.
Existen numerosos riesgos e inconsistencias en la prescripción de drogas que alteran la mente: el uso de la principal droga estimulante que se utiliza en el “tratamiento”del trastorno de déficit de atención e hiperactividad puede producir un incremento en el ritmo cardiaco y en la presión sanguínea; el suicidio es una complicación de importancia relacionada con el síndrome de abstinencia de este estimulante y drogas similares, tipo anfetaminas; a pesar de afirmar que se basa en una ciencia irrefutable, no existe absolutamente ningún criterio objetivo que confirme la existencia del llamado trastorno de déficit de atención e hiperactividad, etc.
Algunos de los “indicadores” para detectar este trastorno son: “apariencia desarreglada; bragueta sin cerrar; camisa salida”, “tener amigos que son mucho mayores o mucho menores”, “no responder a la disciplina”, “meterse en pleitos”, “olvidar cosas y perderlas; no recordar tareas que se le asignan”, etc.
Hay un hecho curioso en todo esto, aparte de que incluyen indicadores del comportamiento normal de un niño, también incluyen síntomas de comportamiento causados por numerosas condiciones físicas ( alergias,parásitos intestinales, infecciones virales o bacteriales, desnutrición, lesiones en la cabeza, envenenamiento por plomo o pesticidas…), cuyo tratamiento no requiere el uso de drogas que alteran la mente, y que los psiquiatras muy rara vez verifican, eliminando estas posibilidades.
Conclusión: Si no existe una prueba válida para el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, si no hay información que pruebe que ese trastorno es una disfunción cerebral, si no se han realizado estudios a largo plazo de los efectos de las drogas, y si las drogas no mejoran el desempeño académico ni las habilidades sociales, y las drogas pueden causar trastornos compulsivos en el estado de ánimo que pueden llevar al uso de drogas ilegales, ¿por qué hay en el mundo millones de niños, jóvenes y adultos… que han sido clasificados con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad y a quienes se han administrado drogas psiquiátricas?
Hay diversas opciones que se pueden llevar a cabo si su hijo presenta problemas de aprendizaje o de conducta, (para saber cuales son estas opciones, y para resolver cualquier duda que usted pueda tener al respecto, póngase en contacto con la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos en el 690817636 ).
Si cualquier persona afirma que su hijo tiene una enfermedad cerebral y que se le debe prescribir un estimulante o alguna otra droga que altere el cerebro y cause adicción, tome a su hijo de la mano y salga de esa oficina y de esa escuela.
Y si usted sabe de alguien, incluso de un niño, que haya sufrido un abuso o que haya sido dañado por un psiquiatra, un psicólogo u otro trabajador de la salud mental, por favor póngase igualmente en contacto con la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos en España.
9 comentarios:
Es un auténtico escándalo lo que está sucediendo con este asunto. Muchas veces pienso ¿Qué trastorno tendrían mis hijos si fueran al colegio? ¿Qué etiqueta les habrían colgado? ¿Quién se escapa de la "quema"?
Ya escribí yo también algunas palabras en mi blog, me duele el daño que se les está causando a tantísimos niños...
Estoy leyendo justamente el libro de Miguel Jara "Traficantes de salud" y me entero que hay millones de niños tratados con Prozac y me entran escalofríos, de verdad. En su blog hay una entrada sobre la hiperactividad y Ritalín y también da datos que por lo menos hacen pensar.
http://amorhumoraccion.blogspot.com/
search/label/Hiperactividad.
Los niños creen que es necesario y así se acostumbran verlo.
Conocí un pequeño que cuando jugaba por las tardes y se calentaba de correr y saltar la madre le daba una aspirina ("para bajar la fiebre"). Solo unos meses después cuando se sentía cansado decía: "estoy enfermo"y pedía medicación para la fiebre.
¡En que mundo estamos viviendo!
(Y los nuestros tan "hiperactivos", que no paran todo el día ;-) )
No entiendo que se tenga que tratar a un niño con drogas. Los niños necesitan libertad, moverse,... Estos tipos de comportamientos no serán también la consecuencia de intentar tenerlos disciplinados, de no escuchar sus verdaderas necesidades y de mantenerlos en un mundo de personas adultas, para nuestra conveniencia y la del estado!
saludos
Hola Airenita,
acabo de leer esta entrada y me han entrado escalofríos. Hay tantos casos cercanos!
Un conocido mío me contaba hace poco que habían diagnosticado a su niño (cuatro añitos) de hiperactivo. Le estaban medicando (como bien decís, creyéndose a pies juntillas los "mandatos de los expertos") pero es que además, chicas, esos expertos habían destrozado aún más los hábitos familiares. Si encima de ser un pequeño que aunque su madre no trabajaba fuera de casa fué desde bebé a dos (leéis bien) guarderías, la municipal por la mañana y una privada por la tarde...
A esto le añadimos que casi no ve a su padre, ya que es autónomo y trabaja a destajo. Resulta que una de las razones para diagnosticarle hiperactividad es su dificultad para conciliar el sueño (si yo adorase a mi padre, y no le viese, haría lo que fuera por verle, no?). Pues atención a lo que la psicóloga de turno aconsejó al padre.
Que hiciese para no volver a casa antes de las 21.30. Que se fuese a tomar algo por ahí, pero que no volviese a esa hora. Que así el pequeño, si se hacía a la idea que no vendría, se iría a dormir... (no me lo podía creer...). Yo le dije, sinceramente, te podría haber recomendado lo contrario, claro, pero se le iría la comisión a las farmacológicas???
Qué triste, y qué fuerte!! pobres peques, al final, son los que pagan...
Saludos!!
Pues precisamente hace poco una amiga me hablaba de unos conocidos suyos que tienen un hijo con el famoso TDA, que "gracias a sus medicamentos ya está muy bien, muy tranquilo...". Y me decía con perplejidad que le resultaba difícil intervenir, porque cuando hay detrás una larga historia de asunción de la normalidad que suponen estos tratamientos, la verdad es que complicado traspasar las corazas, porque un tema lleva a otro... ¿Y por dónde empezar?
Es una triste realidad pero existe un fradude. Llevo 20 años enseñando a cómo estudiar a los niños, y no soporto como desde 'la supuesta orientación' de un colegio los niños son etiquetados de cosas que no son verdad, y que tienen la causa en la forma inadecuada de estudiar, en un sistema totalmente autoritario donde no importa si algo lo entiendes o no, porque al día siguiente recibirás la siguiente lección.
Es una pena sí, ver como de ciegos se vuelven los padres que porque no saben ellos mismos estudiar ni comunicar correctamente con su hijo, prefieren que lo etiquete el psicólogo y luego lo medique o drogue el psiquiatra.
Gracias a dios, sé de lo que hablo y jamás me callaré; pero lo que quería decir en este comentario es que la gente 'que forma parte de este colectivo de educar en casa', es en su mayoría diferente, es más cuerda y responsable y no es tan ciega. Agradezco que estas cosas se divulguen. Saludos.
Hola! hace mucho no te visitaba, y hoy me encuentro con esta noticia que me toca de cerca por varios amiguitos de mi hijo! es una crueldad, hace años estoy con este tema de prevenir a ciertos padres desinformados mediquen a sus hijos! por eso tengo mi grupo en yahoo, que se llama educación de alta conciencia!- Aqui te dejo lo último que publiqué en mi grupo hace unas semanas sobre los efectos del ritalin y prozac, es un video, espero puedan verlo y difundirlo!
Saludos a todas las madres! y a tu Airenita!
Violeta. Arg- México
http://es.youtube.com/watch?v=SzdGrUcc_bQ
Bienvenidos y re-bienvenidos todos a este rincón.
Violeta, gracias por el enlace al video. Se trata de la misma fuente.
Fue una casualidad que me haya llegado este tema, nunca me puse a pensar en la cantidad de niños drogados por conveniencia del sistema, para encajar. Este vídeo es un mensaje claro de desconfianza. Y ojalá llegue a tiempo a todos los que lo necesitan.
Rogelio, gracias por tu comentario. Está claro que por tu trabajo y experiencia sabes de qué estamos hablando. Sin embargo creo que no debemos ser tan duros con estos padres: ellos son víctimas como sus hijos. El principal problema, en mi opinión, está en que ellos mismos se creen incompetentes en todo lo que es la vida. No les ha servido el diploma ni el cumplir años para independizarse. Han aprendido solo que existe la autoridad y la autoridad les dirá que hacer, como y cuando. Una de las razones para educarse en casa es aprender a responsabilizarse de su propia salud, de su bienestar, saber sentir y saber interpretar este sentir, no depender de los demás para ello: ¿Que me pasa? Estoy furioso, ¿Por qué exactamente? ¿Me gusta o no sentirme así? y si no ¿como cambiarlo? Te aseguro que mi niño de 6 años sabe responderse a sí mismo y definirse y hasta ayudar a los adultos en este proceso y ¿sabes que? yo lo encuentro extraordinario. A mí me costó años y años y aún...
La gente tiene sed de profesionales. Para todo y siempre un profesional. Un especialista te dirá como te sientes y como deberías sentirte. Es triste y a veces trágico. El caso que yo conozco no tiene arreglo. Años de drogas para concluir que se habían equivocado de diagnóstico. ¿Y la salud? ¿Y la vida?¿Y el futuro?
Montse ¡como entiendo lo que dices! Es complicado hablarlo porque salen temas que no nos sentimos con derecho a sacar. Recuerdo que Aletha Solter preguntada por el déficit de atención respondía que sí creía que existe el déficit de atención:...el déficit de atención de los padres. Así de claro. Pero ella es una gran profesional, bióloga y psicóloga. Puede permitirse hablar así. Yo no me atrevo porque es doloroso y además... ¿Que puedo saber yo?
Martasada lo que cuentas es increíble. Vaya imagen que tienen esta gente de un niño y sus necesidades. Sería un milagro si este pequeño fuera normal después de estos 4 años de maltratos. (Aunque los milagros de estos los hay y hay muchos padres que no se merecen a los hijos que tienen).
Xamanz¨ completamente de acuerdo con lo que dices. Se nos olvida a menudo que el ser humano no evolucionó para vivir de manera que vivimos ahora.
Gracias por las visitas, no pierdan la costumbre. Un placer charlar con vosotros esta noche.
Querida amiga:
La verdad es que somos como el día y la noche, pero hay puntos en los que coincidimos de manera asombrosa y este es uno de ellos.
Cuando mi hijo mayor fue diagnosticado como hiperactivo, nos dieron la “opción de medicarlo” esta no vino del pediatra quien se enfureció cuando escuchó la propuesta. Vino del colegio, era una condición casi obligada...
Tiempo más tarde veríamos que su gran actividad venía por causas que nadie podría controlar y una droga, sólo lo hubiera convertido en un adicto. La hiperactividad no es mala, es un exceso de energía y debe ser canalizada de una manera útil, yo misma soy bastante hiperactiva y he aprendido a canalizar esta energía de forma positiva para mi familia y para mí.
Gracias por tu blog, por esa terquedad que muchas veces me hace sonreír y al mismo tiempo hace que sienta una gran admiración. Creo que somos amigas por las pequeñas diferencias y grandes similitudes, tan importantes.
Desde la isla del frente, un beso enorme:
Jacqueline
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